Villa del Sur y Vos: Tipos de Agua.
Hola! Bienvenido a una nueva entrega de nuestra sección Villa del Sur y vos, la semana pasada te contamos la importancia del agua, todos los beneficios que aporta al cuerpo y con que frecuencia conviene tomarla. Acompañanos esta vez a entender los tipos de agua que existen y cuales son las diferencias entre ellos.
En primer lugar debemos aclarar que existen mas de 8 tipos de agua pero a nosotros nos interesa el agua potable, es decir, la que es apta para el consumo animal y humano. Dentro de este grupo se encuentra el agua mineral, la mineralizada, la purificada y el agua corriente.
Si bien todas se pueden tomar debido a que son aptas para su consumo, no todas cuentan con las mismas propiedades y es por este motivo que algunas convienen mas que otras a la hora de su ingesta. Vamos a explicar brevemente que características tiene cada una:
Agua mineral
Este tipo de agua es el que llevamos a tu mesa a través del servicio de Villa del Sur móvil. El agua mineral es de origen subterráneo, procedente de un yacimiento o estrato acuífero no sujeto a influencia de aguas superficiales y proveniente de una fuente explotada mediante una o varias captaciones en los puntos de surgimientos naturales o producidas por perforación.
Se caracteriza por su pureza original, tanto química como microbiológica. Su origen subterráneo le confiere la cantidad necesaria de minerales, oligoelementos y otros componentes con efectos positivo sobre el cuerpo humano, además de que nos garantiza protección frente a la polución química.
Agua mineralizada
Este tipo de agua es utilizado habitualmente por las empresas debido a que su costo de extracción es menor ya que proviene de yacimientos superficiales de agua y su procedencia puede ser
cualquiera tal como pozo, río o mismo de la canilla. Es de fácil acceso pero no tiene propiedades positivas para el consumo humano y es por eso que mediante procesos artificiales se le suman
minerales, pero nunca alcanza los niveles optimos que proporciona el agua mineral.
Agua purificada
Este tipo de agua es la que se vende comúnmente en bidones sin rotular. Su procedencia puede ser cualquiera ya que más tarde mediante un proceso de
purificación mecánica se vuelve potable pero no tiene riqueza en minerales. Y a diferencia de las anteriores no está avalada por ningún ente regulador que certifique que no sea nociva para la
salud.
Agua corriente
Este último tipo es el que se obtiene de la canilla y viene directamente por la red de agua. No tiene minerales y mucho menos pureza. Por lo cual si se la consume se corre el riesgo de enfermarse o sufrir consecuencias relacionadas a contaminación por metales, productos químicos o bacterias.
En resumen, si bien hay varias posibilidades a la hora de hidratarse o consumir líquidos, la opción mas acertada es el agua mineral debido a que es la única que proviene de una fuente de origen de la propia naturaleza y contiene minerales que ayudan a la salud de nuestro cuerpo. Es tan simple como revisar la etiqueta de nuestros productos y ver que esta compuesta de:
Pero, ¿Por que son importantes estos componentes?
Magnesio: casi todas las células humanas tienen algún nivel de magnesio en ellos, y los adultos necesitan de 3 a 400 miligramos de magnesio cada día. El magnesio es importante para la regulación de las contracciones musculares y la transmisión de los impulsos nerviosos y activa la energía que producen las enzimas. La estructura ósea también depende del magnesio, así como también dilata los vasos sanguíneos, lo que reduce el riesgo de ataques al corazón. El nerviosismo, falta de concentración, mareos y dolores de cabeza o migrañas puede deberse a la deficiencia de magnesio.
Calcio: los adultos necesitan alrededor de 800 miligramos de calcio por día – los bebés no necesitan tanto, pero a la edad de quince a diecinueve años se necesita mucho más. Entre los beneficios del calcio se encuentran: la estabilización de la estructura ósea, los dientes y las membranas celulares, garantizar que los impulsos de los nervios y los músculos se transmitan correctamente y ayudar a prevenir la coagulación sanguínea. Ademas el calcio ayuda a evitar numerosas alergias de la piel. La descalcificación de los huesos (osteoporosis) y las fracturas son mas propensas si el cuerpo no está recibiendo suficiente calcio.
Potasio: el aporte adecuado es de 2 a 4 gramos de potasio al día. Los niños y los jóvenes deben prestar especial atención a su ingesta, ya que colabora en el crecimiento de las células y regula la presión de agua entre las células para su correcta alimentación. Desempeña un papel especial en la contracción muscular, la formación y conducción de los impulsos del corazón. La deficiencia de potasio puede debilitar los músculos y producir fatiga muscular.
Sodio: el nivel de esfuerzo de una persona determina en gran medida su requerimiento diario de sodio. Normalmente, son necesarios alrededor de 3 gramos, pero el estrés físico severo puede llevar la exigencia de un máximo de 15 gramos o más. Hoy en día, rara vez hay que preocuparse por deficiencia de sodio: La sal es una parte integrante de muchos alimentos, especialmente aquellos que son alimentos altamente procesados.
Sulfato: los sulfatos son sales de azufre. Ayudan al hígado en la desintoxicación y a la digestión al estimular la vesícula biliar. Los sulfatos en altas dosis actúan como un laxante. El cuerpo humano sólo absorbe pequeñas cantidades de sulfatos, pero estas cantidades son suficientes para estimular el peristaltismo por la unión del magnesio y el sodio al agua en el intestino.
Bicarbonato: presente en todos los fluidos biológicos, el bicarbonato es esencial para mantener el equilibrio del PH de nuestro cuerpo. Se encuentra también en las secreciones del estómago. El ácido láctico generado por la actividad física es neutralizado por bicarbonato disuelto en agua.
Sílice: es uno de los mayores nutrientes energizantes del cuerpo. La mayoría de los adultos necesitan entre 20 y 30 miligramos diarios. Reduce el riesgo de enfermedades del corazón y puede prevenir la osteoporosis, así como también ayuda a la reparación de tejidos, sirviendo como un antioxidante. El pelo y las uñas se ven reforzados por sílice.
Oligoelementos: el cuerpo humano necesita hierro, yodo, cobre, flúor, zinc y otros oligoelementos, así como minerales. La ingesta diaria recomendada es de fracciones de un miligramo de algunas sustancias y unos pocos miligramos para los demás.
Toma agua mineral y obtené todos los componentes que tu cuerpo y el de tu familia necesitan en el día a día.